¿Qué Es El TDAH?
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad o TDAH es un trastorno que entra en los Trastornos del Desarrollo Global o Trastornos Neuroevolutivos.
Las razones por las cuales un niño o niña padezcan un TDAH son generalmente desconocidas, pero si hacemos un historial clínico del paciente encontramos que, en la gran mayoría de los casos, hubo complicaciones en el embarazo (mala nutrición, sufrimiento fetal, exceso de estrés y preocupaciones de la madre, problemas emocionales de la madre, alguna infección de la madre, entre otros) o hubo problemas en el parto donde el recién nacido sufrió y hubo una falta de oxígeno al cerebro al momento del parto (hipoxia perinatal). Todos estos problemas, ya sean en el embarazo o al momento del parto, provocan un retraso en la maduración cerebral o retraso en la mielinización.
A medida que nuestro cerebro va madurando, vamos desarrollando nuestras funciones cognitivas: atención, concentración, razonamiento, lenguaje, cálculo, orientación visuoespacial, etc., gracias al depósito de mielina en los axones cerebrales.
En el caso de los niños con algún Trastorno del Desarrollo Global como el TDAH, la maduración cerebral (la mielinización) se lentifica, lo que provoca dificultades para que el niño pueda concentrarse, seguir órdenes de sus padres o profesores y en algunos casos hasta problemas en la conducta mostrando reacciones agresivas, timidez y exceso de llanto.
¿Cuáles son algunos de los signos de un retraso en la maduración cerebral?
Existen varios signos donde podemos identificar que nuestro hijo tiene un retraso en la maduración cerebral. Principalmente encontramos:
- Problemas al gatear o sentarse.
- Sus primeros pasos los hizo a una edad tardía.
- Desarrollo el lenguaje a una edad tardía.
- Dificultad para concentrarse o seguir una orden.
- Problemas de aprendizaje.
- Conductas agresivas y exceso de llanto.
¿Qué debo hacer si mi hijo tiene TDAH?
Uno de los principales errores que hacen los padres o profesores cuando están en presencia de un niño con TDAH es llevarle primero al psicólogo. Pese a que las manifestaciones del TDAH pueden parecer problemas psicológicos, el TDAH como otros Trastornos del Desarrollo Global son problemas NEUROLÓGICOS.
Lo primero que debemos saber es como está funcionando el cerebro del paciente. Para ello debemos realizar una evaluación neurológica donde se incluya, además de la exploración clínica del paciente, un Electroencefalograma y una Tomografía Simple de Cráneo. Dependiendo del caso puede ser necesarias evaluaciones complementarias, como una Resonancia Magnética de Cráneo o un Mapeo Cerebral.
Una vez realizadas estas evaluaciones neurológicas, podemos pasar a una siguiente fase que es las evaluaciones psicológicas y neuropsicológicas.
Cuidado con los fármacos Risperidona o Metilfenidato que recetan a tu hijo.
Finalmente, el niño, una vez diagnosticado con TDAH, deberá someterse a un tratamiento neurológico de maduración cerebral que ayude a la mielinización y complementariamente unas terapias donde se estimulen sus funciones cognitivas. No recomendamos nunca el uso de fármacos como la Risperidona o la Ritalina (Metilfenidato). La Ritalina por su parte, pese a que ayuda a controlar los problemas de atención e hiperactividad, es un medicamento que no cura, como por ejemplo, el paracetamol ayuda a controlar los picos de fiebre, pero no cura la causa de la fiebre que puede ser debida a una infección. Por otro lado, la Risperidona un antipsicótico que mantiene a los pacientes en una jaula química por lo que no ayudará en su desarrollo intelectual y cognitivo.